Preguntado el popular Mariano Rajoy, por el resultado electoral alcanzado por el Partido de y en Andalucía, dentro de una comparecencia, acompañado del polaco Donal Tusk en calidad, este último no el otro, de presidente del Consejo Europeo. Donde manifestó que no han sido “los que hubiéramos esperado” y ante la insistencia de la prensa. Esta vez sin plasma, añadió: “Tendremos que corregir lo que haya que corregir.”

Como se puede apreciar por la frase en cuestión, tiene este sujeto pasivo, apelativo que utiliza la hacienda publica para cada uno de los contribuyentes, una enorme capacidad tautológica para en una sola frase decir lo mismo dos veces o lo que es lo mismo, para llenarnos de perogrulladas todo lo que en materia lingüística toca y no hablemos del resto, si algo toca lo lleva al más absoluto de los fracasos y, no quiero yo decir con ello, que el anterior presidente fuera un lince en estas materias, pues los dos días que asistió a clase de economía, a cargo de su compañero Jordi Sevilla, le fue imposible comprender el vocablo “crisis” y sus desastrosas consecuencias para la economía de su país.
Pero dejando a un lado la locución en cuestión, cuando la oí, al principio pensé, que realmente todo había cambiado y que toda esa inadmisible política neoliberal de la Unión Europea Alemana desaparecería, pero no fue así, fue un espejismo, una traición o una mala pasada que me jugo el subconsciente. Pronto me di cuenta que la política del miedo y la mentira se había puesto en marcha, por un lado se activan conjuntamente leyes como la ley mordaza, reformas del Código Penal y otras en materia antiterrorista, total silenciar cualquier atisbo de protesta, a su manipulación económica y su rapacería a la ciudadanía.

Pero para mentira, la posibilidad, loable de verdad, que los inmigrantes sin papeles y los sin trabajo sean atendidos en los ambulatorios de los distintos servicios de salud. Claro que hay una pega, para mi corto entender, aquí acaba lo loable y me pregunto, ¿cómo puede ser atendido en cualquier especialidad y como puede adquirir las prescripciones farmacéuticas y que descuentos se le aplicaran en tal circunstancia, careciendo de la necesaria tarjeta sanitaria o al menos sin un código de barras que le identifique y le permita la entrada al sistema? O es que todo esta pensado y en periodo electoral hay una especie de barra libre farmacéutica, salvo en alguna cosa, por ejemplo a los enfermos de hepatitis C, que son atendidos pasando dos filtros en los que las farmacéuticas (no confundir con titulares femeninos licenciados en esa carrera) tienen mucho que decir.

Don Mariano, verde las han segado, el resultado de Andalucía se repetirá y los “barones y baronesas” de su partido que empiezan a pedir, como en su día los de Zp a el, que se quede tranquilito donde este y que deje a ellos vender sus logros, si es que los han tenido. Por lo visto ni los suyos le quieren, Ahora va y, se lo dice a la Ángela Merkel y ya vera las risas que os dais. Tal vez sea que el neoliberalismo ya le da a usted por amortizado. Eso sí, con todo el respeto. Por cierto, el desastre de la RTVE, es obra suya y tremendo desaguisado. Cuidado a más manipulación menos votos.