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La Universidad de La Laguna se hace universal

CURSOS MOOC ULL
La formación en ‘e-learning’ de la ULL cuenta con casi 6.000 usuarios de todo el mundo. / DA

SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

Formación universitaria al alcance de todos y desde cualquier parte del mundo. 2012 fue bautizado por The New York Times como “the year of the MOOC”, el año de los massive open online courses. Las universidades americanas habían cumplido su promesa y estaban empezando a democratizar la enseñanza universitaria: ofrecían cada vez más cursos online y gratuitos, accesibles a cualquiera que tuviera interés, con independencia de su nivel educativo y de su presupuesto. Esta tendencia tardó un poco en aterrizar en España y algo más en Tenerife, pero en poco tiempo España pasó a liderar este tipo en enseñanza en Europa. La Universidad de La Laguna (ULL) se sumó tarde a este movimiento mundial, pero acaba de incorporar cinco cursos a la plataforma Miríada X -una red iberoamericana- y pilota, junto a otras universidades, un proyecto europeo para dar un nuevo impulso y sentido a esta docencia sin fronteras.

Jorge Martín Gutiérrez, director de la Unidad de Docencia Virtual (UDV) de la ULL, reconoce que su departamento llevaba tiempo intentando que los profesores se implicaran y diseñaran cursos basados en sus especialidades, pero carecían de incentivos. Para motivarlos, el Vicerrectorado de Tecnologías de la Información y Servicios Universitarios publicó hace unos meses una convocatoria de premios y acaba de emitir su veredicto: dos cursos -Geometría diferencial y mecánica: una introducción y Electricidad: conceptos básicos y aplicaciones- recibieron una distinción y un cheque de 1.500 euros. El primero ya cuenta con 818 usuarios y el segundo con 393. Además de estos dos, el centro ofrece formación sobre gramática, religiones en España y aprovechamiento del agua en islas y territorios volcánicos. Todos están aún en fase de inscripción.

En total, la Unidad de Docencia Virtual ha tutorizado cinco títulos y ha elaborado un sexto sobre e-learning dirigido al profesorado, el único que ya se está impartiendo y que cuenta con casi 6.000 alumnos. El séptimo ya está en proceso de elaboración y tratará sobre la ciudad de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad y su influencia en otras urbes de Latinoamérica.

La prueba de que estas enseñanzas no entienden de fronteras es la nacionalidad de los estudiantes. Solo el 14% del alumnado del curso de enseñanza a través de la red que ha indicado su país de origen es español. El resto procede, principalmente, de países de América Latina.

Para Martín, el desarrollo de los MOOC tiene que ser parte del compromiso de la Universidad con la sociedad. “La Universidad es pública y sus fondos son públicos; por lo tanto, debe poner el conocimiento a disposición de todo el mundo, pero no el conocimiento académico”.

[sws_pullquote_left]La formación en ‘e-learning’ de la ULL cuenta con casi 6.000 usuarios de todo el mundo[/sws_pullquote_left]

El responsable de la UDV explica que es muy importante que el sentido de esta formación no se desvirtúe: no se trata solo de que los alumnos universitarios tengan más formación a través de la red sino de que desempleados, trabajadores o ciudadanos que sientan curiosidad puedan formarse. Son para estudiantes primerizos que vienen de Bachillerato con carencias y para alumnos que se vieron obligados a abandonar su formación, pero también para profesionales que quieren adquirir determinadas destrezas. “El objetivo es mejorar la formación para el trabajo, pero no solo ese”, apunta. “Puede apuntarse un alumno de Secundaria, un egresado universitario o alguien que tenga interés en invertir en bolsa o que quiera desarrollar un videojuego para teléfonos móviles”.

A pesar de que esta finalidad ha caracterizado a los MOOC desde sus inicios, su alcance no ha sido el previsto. España se ha convertido en el país pionero en todo el continente, pero hay demasiados cursos con una vertiente exclusivamente académica que van dirigidos solo a los alumnos. Además, no existe un plan director que estudie qué contenidos son más necesarios y para quién, lo que ha propiciado que se generen muchos que no sirven, advierte Martín. Esta falta de coordinación ha hecho que se empiece a hablar de “la burbuja de los MOOC”. La tasa de matriculación suele ser muy elevada, pero también la de abandono. La tecnología permite que la educación no tenga fronteras, pero de poco sirve si la oferta no convence.

El reto, por tanto, no es solo convencer a los profesores de que el saber tiene que salir de las aulas y que debe hacerlo a través de Internet, sino descubrir quiénes necesitan esos cursos. Martín tiene claro dónde está la clave para revalorizar los MOOC y conseguir que la promesa de democratización de la enseñanza superior no quede solo en una buena intención. Hay que ir a las empresas y preguntarles qué necesitan para, luego, elaborar contenidos dirigidos a esos trabajadores.

“Nuestra hipótesis es que los MOOC podrían actuar como un puente entre las habilidades del individuo y las que una empresa requiere de su personal, además de ayudar a los empleados que quieran mejorar sus posibilidades de promoción”. Contribuir de esa manera a la formación permanente de los empleados mejoraría notablemente la relación maltrecha que mantiene la universidad con la sociedad.

Esta certeza ha llevado a Martínez a liderar el desarrollo de un MOOC sobre turismo que irá dirigido a las empresas hoteleras de la comunidad autónoma, pero también de cualquier zona de Europa. El informe que ha elaborado la ULL con sus socios europeos, dentro del proyecto Destiny, pone especial énfasis en la necesidad de investigar el mercado de trabajo e identificar las competencias que necesitarán los trabajadores. Para ello, Martín analizará las demandas del sector poniéndose en contacto con empresarios que tengan negocios en todos los países miembros. Solo así se podrá saber con exactitud qué contenidos precisan para actualizar a sus trabajadores.

Los MOOC comenzaron en Silicon Valley, en concreto en la Universidad de Stanford. Allí, el experto en Inteligencia Artificial Sebastian Thrun creó, con dos compañeros, Urdacity, una plataforma de cursos online gratuitos y escribió en su blog una frase que se convirtió en una declaración de principios: “Nuestra misión es ofrecer al mundo enseñanza superior de forma accesible, atractiva y eficaz. Creemos que la educación superior es un derecho humano básico”. En tiempos de crisis y de incremento de las tasas académicas, una de las alternativas para llegar a la formación universitaria es a través de la Red.