Tal día como hoy (13 de julio de 2012), Javier Moyano se comprometía con el CD Tenerife. Tres años después, el andaluz es uno de los jefes del vestuario y, con más de 100 partidos a sus espaldas como blanquiazul, Moyano dice que en Tenerife se siente ya “como en casa”, y da la bienvenida a los dos únicos refuerzos de la plantilla hasta ahora con la idea de que “sumen” al vestuario y se adapten a la filosofía de unidad y armonía que promulgan los más veteranos, como es el caso del lateral jienense.

-Inicia usted su cuarta pretemporada con el CD Tenerife, ¿qué tiene esta de diferente a las anteriores?

“Todas son ilusionantes y esta no lo es menos. Siempre trato de venir con la máxima ilusión porque es la mejor manera para trabajar, para aprender y adquirir los conceptos. Sí que es cierto que hace tres veranos, cuando llegué, no hubiera imaginado el estar tanto tiempo aquí, con los números que tengo y con la experiencia que he ido adquiriendo. Ahora pienso y me creo de verdad que estoy en casa”.

-En la vuelta al trabajo, la parte más ingrata tiene que ser el dejar de tener a compañeros como Aridane o Cristo Martín, con tantas vivencias juntos.

“En el mundo del fútbol esto está a la orden del día, pero está claro que hay salidas de compañeros que te afectan más que otras, por la afinidad, por haber compartido cosas… Yo cuando llegué al equipo lo hice con Cristo Martín; recuerdo que hicimos los reconocimientos médicos juntos y se hace una buena amistad a partir de ahí. Pero si hay alguien con el que me llevo más como un hermano que como un compañero ese es Aridane. Hemos vivido muchas cosas juntos, muchas situaciones, tanto buenas como malas. Me ha demostrado que es una persona con mucho compromiso, tanto a nivel profesional como personal. Un tío con el que puedes contar en cualquier momento, y yo ese tipo de personas es a las que más valoro, pero que te van dejando tantos años en el fútbol. Te da mucha pena, pero estoy seguro de que la decisión que ha tomado es la correcta, y va a a seguir disfrutando de fútbol, de su familia, que al final es lo realmente importante”.

-De ahí la importancia de un vestuario unido, sano y comprometido, más allá del nivel futbolístico, que también es fundamental, pero menos si hay manzanas podridas.

“Obviamente. Y para mí es lo más importante y algo esencial. Pienso que ya llegados a este nivel de fútbol profesional es porque algo de nivel de fútbol deben tener. Si luego ya le sumas que son buena gente y comprometida e implicada con el sitio al que vienen, y no solo con sus compañeros, sino con el aficionado, con el proyecto que hay… Prefiero tener un grupo que no tenga tanta calidad futbolística pero que tenga mucha calidad humana a un grupo con mucha calidad futbolística pero que luego deje mucho que desear como bloque y como equipo unido. El buen grupo humano afrontará mucho más fácil las situaciones complicadas que un grupo que no es sano”.

[sws_pullquote_left]“Podemos hacer una temporada digna y competir por los puestos de arriba”[/sws_pullquote_left]

-Del proyecto 2015-2016, ¿qué se puede vender para ilusionar?

“En principio hay poco movimiento, pero no solo en el Tenerife. Estamos viendo lo despacio que va todo y que las cosas se hacen con calma para no fallar. Lo que sí estoy seguro y confío es en la gente del club que está trabajando en ello. Seguro que vendrán más compañeros a ayudar, como ya lo han hecho Pedro y Germán, que nos sumarán. Y los que vengan seguro que lo harán con la misma intención de sumar. Lo único que tenemos que hacer es ponernos lo mejor posible para cuando llegue el primer día de competición y acoger a todos los que vengan con los brazos abiertos y que lo hagan para asimilar todo lo más rápido posible”.

-¿Y en cuanto a los objetivos del equipo?

Esta categoría viene demostrando que todos los equipos cuentan con opciones, y mi sensación personal, y así se ha venido demostrando, es que cualquier equipo, por bajo que sea el presupuesto, tiene opciones de pelear por cosas importantes. Lo hemos visto las dos últimas temporadas en casos como los del Eibar y el Girona. A nosotros, dentro de nuestras dificultades, nos gustaría ser uno de esos casos, y a día de hoy partimos con muchísima ilusión. Hay que empezar bien la Liga, con tranquilidad, pero que el equipo vaya cogiendo solvencia, y para eso tenemos ganado un bloque con varios años trabajando juntos, con una idea de juego asimilada. Con algo de suerte, podemos hacer una temporada muy digna y competir por estar mirando los puestos de arriba”.