Buenos propósitos, malos resultados

POR MANUEL E. DÍAZ NODA

Contando con la dirección de Josh Trank, joven y prometedor realizador gracias al éxito de Chronicle, la nueva versión de Los 4 Fantásticos prometía una visión seria del cómic, con referentes como Steven Spielberg o Christopher Nolan a la cabeza, evitando el tono paródico utilizado por el director Tim Story en la versión de 2005, apostando por dar mayor trascendencia a la trama y dándole una estética propia de película de ciencia ficción. Desgraciadamente, las buenas intenciones no son sinónimo de buenos resultados. Si bien la película no resulta tan calamitosa como se ha anunciado de manera tan voraz en los medios de comunicación y las redes sociales, sí es cierto es que el producto final está muy lejos de ser satisfactorio.

Por mucho que quiera presentarse como una revisión novedosa de los cómics, lo cierto es que al final la película vuelve a narrarnos una vez más la misma historia, donde los elementos modificados o añadidos son anecdóticos y accesorios, no añadiendo nada relevante a lo ya contado previamente. Encima, en pos de esa trascendencia, la parte del argumento que, como mucho, debía ocupar la mitad del metraje, acaba dilatándose durante dos tercios de la cinta, discriminando la acción al clímax final, con una secuencia caótica y gratuita, que en absoluto logra redimir a la película de sus 70 minutos de tedio. Lejos de la frescura de Chronicle, Trank se presenta aquí como un burdo imitador de las hazañas del Steven Spielberg de la década de los 80 y del Christopher Nolan de los últimos 10 años. No apreciamos nada especial en una puesta en escena funcional y acomodaticia, por la que deambula un conjunto de actores incapaces de hacer atractivos a sus personajes o generar entre ellos una sensación de grupo.

En general, a la película le falta dinamismo, le falta emoción y le falta espectáculo. Tres elementos fundamentales para cualquier blockbuster que se precie, especialmente si además tiene aspiraciones de franquicia. Por ello, no es de extrañar que Los 4 Fantásticos se haya convertido ya en el fracaso cinematográfico del verano y posiblemente del año.