El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, insistía ayer en que en el conflicto abierto por la falta de capacidad de la depuradora la solución más rápida y eficaz es la declaración de emergencia para la obra de ampliación de esta infraestructura. “Este no es un problema de Santa Cruz, es del Estado, un asunto por el que la Unión Europea tiene dos procesos abiertos contra España”, recordaba el alcalde en los micrófonos de la cadena Ser.
El alcalde insistía en que la depuradora solo tiene capacidad para depurar el agua de la capital y no de los tres municipios, “si Medio Ambiente no me autoriza a verter al mar”. “Si nos retiran la autorización que ahora tenemos para verter previo tratamiento y seguir depurando el agua de los tres municipios, vamos a cometer un delito ambiental y ante esa tesitura tendremos que depurar solo la de Santa Cruz”, añadió.
Bermúdez apuntó que si el Estado optara por la emergencia, “la obra se podría iniciar antes de final de año, pero si lo que quieren hacer es a través de un procedimiento ordinario vamos a tardar unos años”. Recordó el regidor municipal que el Estado ya ha publicado en el Boletín de la Unión Europea el anuncio de la obra, pero “vamos muy lentos, en una obra de más de 30 millones de euros”. Bermúdez insistió en que “mientras haya autorización de Medio Ambiente, digamos que estamos amparados, pero como eso se ponga en entredicho y haya sobrecoste, a asumir por los tres municipios, la única salida que tengo es que solo se depure el agua de Santa Cruz. No quiero llegar a eso”.
Consenso
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife encontró el apoyo de su homólogo lagunero, José Alberto Díaz, en su petición de que se declare la emergencia de la obra de la depuradora, en la visita que ambos realizaron a la escuela de verano Yo soy Taco, acto en el que Díaz afirmó que su postura es “clara” y consiste en “buscar soluciones para la ciudadanía”. El alcalde lagunero declaró que espera que la obra sea declarada de urgencia ya que se trata de un “tema sensible” con el medio ambiente porque al realizar la obra por esta vía se permitirá “resolver el problema y dejar de contaminar”. Además, Díaz dijo que los alcaldes a los que afecta la obra se han sentado con el fin de dejar de lanzar los vertidos al mar y resolver definitivamente el problema.
La única diferencia entre el discurso de uno y otro alcalde está en que, mientras Bermúdez habla de compartir entre ayuntamientos el sobrecoste de las actuaciones para mantener el permiso ambiental, Díaz señaló que no plantea que se realicen cuotas, sino que sea “cuota cero porque se trata de eliminar contaminación”.