A pesar de haberse extinguido hace 25 años, nadie ha sido capaz aún de superar a la URSS en el medallero del Eurobasket. Los soviéticos, con 21 metales, 14 de ellos de oro, lideran una clasificación de la que fueron amos y señores durante varias épocas siendo, sin duda alguna, la década de los 60 la de mayor dominio.
Realmente fueron ocho las competiciones continentales ganadas por los soviéticos de manera consecutiva, de 1957 a 1971, pero las cinco que fueron del 61 al 69 tuvieron la firma inequívoca del gran Aleksander Gomelski.
La URSS ya era un gigante cuando el zorro plateado llegó a su banquillo. Desde 1951 había ganado todos los Eurobasket disputados, solo viendo alterada su racha por el triunfo de Hungría, en 1955, pero cuando Gomelski comenzó a dirigir a los soviéticos la máxima era clara: ganar siempre con rotundidad, arrasando, si era posible, a sus oponentes. De este modo, la URSS ganaría todos los encuentros disputados en el Europeo de 1961, en Yugoslavia, haciendo lo mismo en Polonia solo dos años después y en 1965, en Moscú. En el torneo disputado en su país, todos los partidos acabaron con auténticas palizas a su favor, excepto frente a Rumanía, a la que ganaron por dos puntos.
La URSS llevaba una racha de tres Europeos sin perder un solo encuentro, algo nunca visto antes, por lo que, más allá de conocer cuál sería el próximo ganador de la competición, algo que parecía bastante claro, la atención del público se centraba en cuándo perderían un duelo el cuadro del coronel Gomelski.
En Helsinki, en 1967, se repetiría la historia. La URSS se impuso en todos sus partidos con autoridad, imponiéndose en la final a Checoslovaquia, uno de los pocos países que le hacía frente por aquel entonces, por 89-77. Con otra medalla de oro al cuello llegó el Europeo de Nápoles, en 1969, donde, ahora sí, llegaría la primera derrota.
Yugoslavia, que ya comenzaba a enseñar los dientes, se vio las caras con la URSS en la primera fase de aquel torneo. Los balcánicos ganaron por 61-73, poniendo fin a una racha de 55 encuentros oficiales sin perder de la URSS, un récord que aún a día de hoy continúa vigente. De poco les sirvió a los plavi. Quizás porque los soviéticos tomaron aquello como un toque de atención, lo cierto es que el coronel apretó las clavijas a su equipo, que a partir de ese momento ganaría con solvencia el resto de encuentros, incluida la final, frente a los yugoslavos nuevamente, conquistando un nuevo oro.
En total, desde 1947 a 1971, la URSS ganó 11 de los 13 títulos de Eurobasket que se disputaron. Su último oro continental llegaría en 1985, antes de que Grecia y Yugoslavia tomaran el relevo y los balcánicos, hasta su desintegración, fueran el nuevo gigante europeo.
La URSS colapsaría años más tarde, pero manteniendo varios registros en lo deportivo muy complicados de alcanzar, como sus medallas en los Campeonatos de Europa, su extraordinaria capacidad competitiva y el sello del coronel Gomelski.