El CD Tenerife perderá a su jugador referencia las próximas semanas. No se sabe aún si serán dos o tres las semanas que estará ausente de las convocatorias blanquiazules Anthony Lozano, quien viajó ayer hacia Estados Unidos para incorporarse a la concentración de la selección de Honduras para disputar el torneo preolímpico que comienza esta semana.
En el torneo preolímpico de la Concacaf, Honduras tendrá como adversarios a Haití, Costa Rica y México en una fase de grupos que se desarrollará en Estados Unidos. Los aztecas son los actuales campeones olímpicos y parten como grandes favoritos, mientras que Haití es el rival más débil. Honduras se medirá a los haitianos el viernes, 2 de octubre, mientras que hará lo propio con Costa Rica el día 4. El duelo con México llegará el 7 de octubre, en Commerce City, Colorado. Solo los dos equipos que lleguen a la final, junto al otro grupo, tendrán un sitio a los Juegos. El tercer clasificado jugará una repesca con Colombia. De esta manera, el CD Tenerife pierde a su máximo artillero para los duelos ante Almería (3 de octubre), Leganés (10 de octubre), y que ocurriera lo mismo con el del Real Zaragoza (18 de octubre), aunque esta fecha sigue pendiente de los resultados que obtenga el combinado hondureño.
La fase de grupos se celebrará entre el 1 y el 8 de octubre, las semifinales el sábado 10 de octubre y la final y el partido por el tercer y cuarto puesto se jugarán el miércoles 14 de octubre.
Esta circunstancia era algo que la entidad insular conocía desde que se concretó su incorporación a la disciplina blanquiazul, ya que el mismo jugador manifestó su deseo de poder ayudar a Honduras a acudir a los Juegos, algo que sigue reiterando. “Si logramos clasificarnos regresaré lo antes posible, con el pase para los Juegos Olímpicos. Está complicado porque hay selecciones fuertes. Nos toca Haití, Costa Rica y México. Tenemos que jugar los partidos y ganar, este formato es difícil, hay que pasar de ronda y jugar luego una eliminatoria más contra los que clasifiquen de otro grupo. Es una oportunidad más que se me presenta y trataré de aprovecharla al máximo”, explicó el jugador recientemente.Tal es la chocodependencia que tiene el equipo blanquiazul, que hasta sus propios compañeros han pedido al catracho que no regrese lesionado. “Que me vaya, sí, pero que por favor no me lesione. Me lo dijeron varios compañeros, Aitor por ejemplo”, dijo ayer entre risas el hondureño en declaraciones a la Cadena Ser.
También su entrenador, Raúl Agné, no esconde que, hoy por hoy, el catracho es fundamental en sus esquemas. Al término del partido del pasado domingo dijo que es “una pena” su marcha las próximas semanas, ya que se trata de un futbolista “que va a más”. No en vano ya acumula cuatro goles, definiendo así un inicio de temporada tremendamente esperanzador. El técnico añadió también que el jugador ya entiende lo que le pide, tiene gol y aporta en el juego. “Esperemos que vuelva en buenas condiciones”, deseó también el preparador aragonés.
A esto respondió ayer el propio Lozano. “Yo espero volver y que todo siga igual, que la cosa siga marchando bien. Ojalá que cuando regrese aún siga la buena racha del equipo, tanto de resultados como de confianza”, dijo el atacante, quien reconoció además que espera jugar los Juegos Olímpicos. “Sería un magnifico escaparate para mí”, exclamó un jugador que sabe perfectamente que su club de origen, el Olimpia, tiene la intención de venderle cuando acabe su periplo este año en el CD Tenerife, club con en el está cedido. Su futuro no se atreve a pronosticarlo, pero su deseo claramente es el de quedarse a jugar o en España o en Europa. “Llevamos pocos partidos y es pronto para aventurar qué puede ocurrir. Queda una liga entera por delante. Yo espero que la cosa siga así y que pueda quedarme en Europa. La idea del Olimpia era y es venderme, y espero que se mantenga así. Tengo toda la intención de permanecer en España y ojalá lo consiga”, dijo el delantero, que ya se siente plenamente integrado y acoplado al juego que se desarrolla en España, en concreto en el fútbol de Segunda División. “Venía a un fútbol que no es ni parecido al que yo conocía. Aquí hay mucha velocidad, menos pausa, y uno se tiene que adaptar. Gracias a Dios me he acoplado muy bien y es algo que tengo que agradecer a cada uno de mis compañeros”, exclamó el hondureño, quien no olvida darle las gracias también al grupo de entrenador: “Me han dado el respaldo necesario cuando uno viene de fuera”, dijo.
Ídolo
Apenas seis partidos le han hecho falta al punta para ganarse el cariño de la grada. Su entrega y solidaridad en el campo, pero sobretodo sus goles, le valen ya para ser uno de los ídolos de la grada. “A mí me hizo mucha ilusión marcar el segundo gol, fue un instante que disfruté mucho, pero la alegría principal fue confirmar que la gente del Heliodoro me está tomando cariño. Eso me produce una grandísima satisfacción”, reconoce Lozano, quien se marcha feliz de que el equipo haya corregido el errático rumbo que llevaba. “Me marcho feliz por los dos goles, pero sobre todo por la impresión de que estamos mejorando. Esto es solo el comienzo de lo que viene”, reiteró.