LEOLANDIA

Una semana de mucho ajetreo

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El PP mira el presente con cierto optimismo. Sus datos dicen que va a ganar y que superará ligeramente el 30% de los votos. ¿Cuántos diputados? Depende, pero unos 140 o así.

El de Podemos vino, tuvo un mitin en la universidad, pero un mitin tan lamentable como concurrido. Contestaban desde el público, interrumpiendo a los oradores, en un asamblearismo ramplón que no se lo salta un caballo. Su candidato local al Congreso es patético, hasta cuando se pone tierno hablando de su abuelita hace demagogia. Eso sí, la universidad es su caldo de cultivo, pero ninguno de esos frikis va luego a votar porque se quedan enroscados en la almohada el día D. Sus presencias en los actos no son encuestas fiables luego.

Han venido todos, hasta Rajoy, que echó piropos a los empresarios y dijo que le iba a meter mano al REF. Pues no ha tenido tiempo ni nada; ya era hora. Me da que Rajoy se va a sacar un conejo de la chistera esta semana, lo estoy esperando.

También estuvo por aquí Albert Rivera, que es un junior simpático, mas no se le ve cara de presidente de nada; si acaso de una empresa familiar. Pero, miren ustedes, arrastra a la otra derecha.

Poniéndome más de la tierra, hay una pelea entre críticos de gastronomía. Unos a otros se están llamando gorrones. A mí me contó una persona, el dueño de un restaurante, que cada vez que se entera de que cierto personaje va a pasar por su casa para probar sus guisos, cierra. Además de que no paga, no tiene ni puta idea. ¿Para qué voy a dar el nombre? Les he prometido a los Reyes Magos que en 2016 voy a ser bueno. Más bueno que un pan.

Modelo de suavidad y de educación es Melisa Rodríguez, la candidata de Ciudadanos al Congreso por esta provincia. Las encuestas le dicen que entra esta vez (no logró escaño en el Parlamento de Canarias por culpa de la Ley D’Hont). Melisa sabe explicar las cosas, habla con firmeza y ha descabalgado a todos los mentecatos que la querían tumbar, así, por las buenas, en su propio partido. Tuvo Ciudadanos un tremendo cisma aquí, que obligó a dirigentes nacionales a establecer el orden y a nombrar una gestora. Parece que las tensiones siguen, pero que Melisa se ha impuesto.

¿Por qué me inspira buen rollo El Corte Inglés? Y no lo digo yo solo. Cada vez que estoy depre me siento en la cafetería o recorro sus plantas y es una delicia. Se respira calidad y amabilidad. Han reformado la zona de restaurantes y les ha quedado del diez. (No hay cuidado, yo no soy crítico gastronómico).

Lío en la Laguna, donde puede haber ruptura. Al menos ayer la había. Hasta ayer a las doce tenía de plazo el alcalde para readmitir como edil de aguas a Javier Abreu, que me dijo: “Cada vez que aparece agua en un pozo, el alcalde se pone nervioso; ¿por qué será?”. Y ha aparecido agua en el pozo de Las Gavias. Y el alcalde, José Alberto Díaz, se ha puesto muy nervioso. En vez de alegrarse por el chorro, va y se cabrea. No entiendo nada.

Ayer también vino Luis de Guindos, ustedes tendrán la información de la reunión con los empresarios en este periódico. Estuvo unas horas en Canarias, las suficientes para tonar contacto con los principales empresarios isleños. Guindos es muy amigo de Soria, que dicen que repetirá como ministro si repite Rajoy como presidente. Desde luego, no me extraña nada porque Soria lo ha hecho más que bien.

No se dispara el consumo; o la gente lo está dejando para los últimos días o la crisis no ha terminado. Hay zonas de los pueblos y ciudades que se mueren de asco. El viernes, en el C. C. La Villa/El Trompo había poquísima gente. Parece que están fallando los viernes, pero los sábados se resarcen los comercios, porque se produce una gran afluencia.

¿Todavía no han visto El Puente de los espías?, de Spielberg, con Tom Hanks? No se la pierdan. Hacía muchísimos años que no veía una peli tan buena, con la guerra fría como telón de fondo y unos personajes increíbles.

Que pasen ustedes, como les deseo siempre, un feliz domingo, vayan a la misa de 11, hablen con la gente y colaboren a restablecer las costumbres de antes. Porque este mundo deshumanizado nos ha puesto a todos en el disparadero.