nombre y apellido

Antonio Pérez

Hoy es un día grande para La Palma y los palmeros porque se presenta un proyecto cultural y social acariciado por varias generaciones, una aspiración de la ciudadanía que, más allá de sus posiciones ideológicas y éticas, siente el Real Santuario de Las Nieves como su primer referente espiritual y el eje de la integración isleña por encima de todo debate. La venerada imagen -la más antigua de cuantas se encuentran al culto en Canarias- dispone ya de su digno Camarín, de gran calidad arquitectónica y donde se exponen -con excelente presentación y estrictas medidas de seguridad – elementos artísticos vinculados a su culto y aportados, durante cinco siglos, por los fieles. En la fase que se inaugura en este último domingo de enero entraron, además, una emotiva dependencia, la Sección de Exvotos -sin precedentes ni paralelismos en las Islas- que acoge piezas que evocan la histórica gratitud de los isleños por la intercesión mariana en casos personales o familiares de necesidad: efigies, figuras y miembros humanos, realizados en oro, plata y cera, en recuerdo de enfermedades o accidentes superados; pinturas precisas e ingenuas, a partir del siglo XVII, que evocan naufragios y zozobras marineras resueltos favorablemente; y muestras de distinto carácter y valor de los favores recibidos en los oficios y empeños de los devotos dentro y fuera de su tierra. Y, finalmente, el Cuarto de los Esclavos, la dependencia construida y dotada por el visitador Pinto de Guisla para acoger a los miembros de una cofradía regida durante tres siglos por sus sucesores. Resulta de estricta justicia mencionar en esta hora feliz a los últimos rectores del complejo parroquial, los cuatro palmeros y comprometidos, con distintos actos y modos pero con entrega y generosidad similares, con esta causa.

El anciano Antonio Pérez, del que apenas guardo un recuerdo infantil; Andrés de las Casas, que realizó mejoras en la histórica fábrica, restauró elementos y mejoró su dotación material; Pedro Manuel Francisco, que acometió la compleja construcción de los espacios que ya sirven a sus fines religiosos y artísticos, en un programa ambicioso, inspirado por Alberto-José Fernández, con proyecto del arquitecto Márquez Zárate realizado por el constructor Hernández Ventura; y el actual rector del Real Santuario, Antonio Hernández que, con un excelente equipo técnico y artístico, completó en tiempo récord la distribución y exposición de parte de los riquísimos fondos del que ya es, por sus valores religiosos e históricos, el mejor y más didáctico museo mariano de nuestra Comunidad, bendecido e inaugurado por monseñor Alvarez Afonso, obispo Nivariense.