educación

Con formación, pero sin empleo

Los empresarios reclaman que la Universidad adapte la formación a lo que demanda el mercado laboral. / EP
Los empresarios reclaman que la Universidad adapte la formación a lo que demanda el mercado laboral. / EP

España tendrá en 2020 casi dos millones de empleos de formación superior que no se podrán cubrir por falta de profesionales, según un estudio de la consultora Randstad. Esto significa que habrá en nuestro país un elevado déficit de talento debido, especialmente, al enorme desajuste entre la formación de sus profesionales y las necesidades empresariales. No es la primera vez que los empresarios demandan una mayor vinculación entre la Universidad y el mercado laboral a fin de conseguir un mayor equilibrio entre lo que demanda el empresario y los jóvenes que salen de la Universidad.

En este punto, ¿podemos decir que la Universidad es una máquina de generar parados? Canarias, por ejemplo, con un 66,9% es la comunidad autónoma que tienen mayor tasa de desempleo de personas con educación superior, lo que demuestra que el Archipiélago demanda empleados que la Universidad o el sector educativo es incapaz de incorporar al mercado laboral.

En el lado opuesto, las mayores tasas de empleo son Cataluña (82,8%), Baleares (81,1%) y Aragón (80,9%). Según los datos del INE, los titulados en 2010 con mayores tasas de empleo en 2014 estudiaron Ingeniería en Electrónica, Medicina, Ingeniería en Automática y Electrónica Industrial, Ingeniería Aeronáutica e Ingeniería Naval y Oceánica. Los de menores tasas de empleo, Filología Francesa, Diplomatura en Navegación Marítima, Filología Árabe, Historia del Arte y Ciencias del Mar. De hecho, se puede pasar del 0% de la tasa de paro de Ingeniería Electrónica o el 0,6% de Medicina al 45,4% de Filología Francesa al 40% de Bellas Artes o el 38% de la Licencia de Historia.

Asimismo, las comunidades autónomas que consideraron que su puesto de trabajo se adecuaba a su nivel de formación son Navarra (81,8%), Madrid (79,2%) y Cataluña (77,8%). Por el contrario, Extremadura (66,6%), La Rioja (68,9%) y Canarias (68,9%) presentaban los menores valores.

Según el análisis de Randstad, España, Italia y Polonia son los países europeos con mayor tendencia a un elevado déficit de talento en las próximas dos décadas, algo que también se dará en Francia o Alemania, aunque en menor medida, gracias a las políticas llevadas a cabo en la formación de profesionales enfocadas a la adecuación a las necesidades de las empresas. En el caso nacional, las previsiones de la consultora apuntan a que la falta de profesionales altamente cualificados dentro de cuatro años coincidirá con tasas de desempleo elevadas. En concreto y según el informe, se prevé un déficit de profesionales en actividades relacionadas con las ciencias, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas, perfiles muy especializados que las empresas van a demandar y que no podrán cubrir por falta de trabajadores que tengan estas habilidades.

Como dato curioso, el INE señala que de los 14.666 titulados universitarios en 2010, ninguno de ellos había trabajado hasta 2014. De ellos, el 58% buscó empleo durante dos años y el 23,8% no buscó trabajo desde su titulación.

Sobrecualificación

– Plan. La Unión Europea ya previó la necesidad de formar adecuadamente a los profesionales, y para ello puso en marcha un ambicioso plan que concluirá en 2020. Para ese año, el objetivo es que al menos el 40% de las personas de entre 30 y 35 años cuente con estudios superiores. A finales de 2014, esta tasa alcanzaba el 42,3% en España, por encima de la media europea, que se situaba en el 38%. Las diferencias, sin embargo, son elevadas entre los distintos países miembros, y abarcan desde el 24% de Italia hasta el 45% de Países Bajos, según datos de Eurostat.

– Primer empleo. Más de la mitad de los titulados que han trabajado alguna vez estaba trabajando a los tres meses de finalizar los estudios. El 23,9% lo hizo mientras estudiaba y el 24,7% tardó menos de tres meses en encontrar su primer empleo.

– Contratos. El 46,6% de los titulados que trabajaron alguna vez en 2010 vez tuvo en su primer empleo un contrato temporal; el 27,1% un contrato permanente, el 19,2% en prácticas, de formación o becario y el 5,8% era ya empresario o trabajador independiente. Comparando esta situación con la de 2014, el INE observa un aumento de 16 puntos e el porcentaje de asalariados con contrato permanente (43,2%) y de más de cuatro en el de empresarios o trabajadores independientes (10%). Cabe destacar que los titulados que en su primer empleo tenían contrato temporal, el 32% actualmente tiene otro empleo con el mismo tipo de contrato. El 14,6% continúa en el mismo trabajo y con el mismo tipo de contrato, el 24,7% no está trabajando y el 19,4% está trabajando con un empleo con contrato indefinido.

– Utilidad. Según el informe del INE, el 72% de los titulados universitarios considera que su formación le ha servido para encontrar empleo. Por rama de conocimiento, la percepción más positiva sobre la utilidad de los estudios la manifiestan los licenciados en Ciencias de la Salud (92,7%), Ingeniería y Arquitectura (77,3%) y Ciencias (71,3%). La más negativa, la de titulados en Artes y en Humanidades (55,5%).

Sin profesionales para cubrir la demanda

Las previsiones de Randstad apuntan a una falta de profesionales con perfiles STEM (acrónimo de Science, Technology, Engineering & Mathematics). De hecho, la demanda de estos trabajadores aumentará en Europa un 14% hasta el final de la década. Sin embargo, a pesar del aumento de oportunidades laborales de este perfil de profesionales, Europa no cuenta con suficientes para cubrir la demanda prevista. Como ejemplo, mientras en Estados Unidos, el 16% de los científicos proceden de otros países, en la UE esta tasa sólo alcanza el 3%, lo que supone una carencia que aumentará con el paso de los años. El fomento de la movilidad internacional será uno de los principales retos para reducir al máximo este déficit de talento a lo largo de las próximas décadas.

Cuando se analiza el déficit de talento por continentes, se observan diferencias significativas en los diversos mercados de trabajo. En este sentido, Norteamérica, Asia y Europa serán las zonas que registrarán los desajustes más pronunciados tanto en 2020 como en 2030. En el primer caso, Canadá y Estados Unidos aumentarán la demanda de profesionales con estudios superiores, si bien deberán aún importar talento para cubrir sus necesidades.

Algo similar ocurrirá en países asiáticos como Corea del Sur o Japón. El reto en estos países es todavía mayor, debido, principalmente, al envejecimiento progresivo de su población activa, lo que motivará, sin duda, descensos de mano de obra cualificada y la necesidad de incorporar trabajadores foráneos que cubran estos puestos de trabajo.