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Confuso

1. ¿Y quién no se encuentra confuso en estos tiempos convulsos de un país con tan poco futuro político? Dentro de poco empezarán a tambalearse los pilares de la recuperación por culpa de que hay cuatro que no se ponen de acuerdo. Me parece vergonzoso que se juegue así con los ciudadanos, pero es lo que hay. Aprendan ustedes, también aprenderé yo, a calibrar muy bien el próximo voto, que me da que habrá que meter en la urna más pronto que tarde. Rajoy se tiene que marchar, probablemente, haciéndose a un lado por el bien de un partido roto por la corrupción, pero que significa la derecha y, por tanto, ha sido votada. El socialista Sánchez debe marcharse, por inútil, poco dialogante y torpe, digno émulo de su antecesor, Zapatero. El Coletas nos aboca a Venezuela o a Grecia. España no necesita a un Maduro ni a un Tsipras. Y Albert Rivera es demasiado inexperto para regir el Gobierno, que reclama una figura de prestigio para su gobernanza, aunque haya que sacarla del archivo. Se han barajado nombres: Solana, Manuel Pizarro, Josep Piqué. Cualquiera de los tres me vale.

2. ¿Cuánto va a durar esto? No lo sé. Está pendiente todo el mundo del Comité Federal socialista de hoy. Yo creo que van a hablar más sus miembros del próximo congreso, que presumiblemente derribará a Sánchez, que del Gobierno en sí. Porque el Comité Federal ya se ha pronunciado con un “no” a pactos con los que propician el separatismo. O sea, que el pretendido acuerdo con Podemos -que lo propicia- debería estar descartado, según dicho mandato. Además, es extremadamente complicado, numéricamente hablando, y todo se estrellaría en el Senado. Pero este chico, Sánchez, tiene unos deseos enfermizos de llegar al poder, una ambición desmedida, quizá porque se da cuenta de que será su única oportunidad.

3. Es difícil hacer análisis. Porque uno no le ve futuro a la negociación y cada hora se hace un mundo, todo sucede a una velocidad vertiginosa, pero sin resultados. La política en España se ha convertido en un infierno: corrupción, apetencias personales, falta de generosidad. Todo lo que no debería ocurrir para el bien del país. La mejor solución sería que tanto Rajoy como Sánchez se mandaran a mudar.